Respira. Aire, para los demonios aire. Para seguir respirar y aire. Meditar mis sensaciones, emociones, para seguir. Bailar para dejar en segundo plano lo que atormente, todo. Y danzar con el viento que llena los pulmones y me hace más ligera, alejándome de los problemas, que desde el cielo son más difíciles de ver. No olvidar, pero sí aliviar.
Respira, respira, siente el viento en los pulmones.